Doradas aguas
de orillas blancas,
donde la ola es lágrima
y el viento balsa.
Sol ruborizado
porque se marcha,
la luna trae plata,
en el horizonte
su fulgor resalta.
Nubes que se alzan
en torbellinos de alabanzas,
modelan figuras
llenas de nostalgias.
Me siento agua,
que limpia, que sacia.
Me siento orilla,
donde tú descansas.
Me siento nube,
sueños que no acaban.
*
La oscuridad me embarga,
ya no soy, no estoy
mi tiempo navegó
en navío de plata.
Jóse Saroa